domingo, 12 de septiembre de 2010

¿Para qué me sirven las Matemáticas.

Las aplicaciones de las matemáticas en el día a día son inmensas. Solamente tienes que mirar a tú alrededor y abrir los ojos: descubrirás para qué sirve esa ciencia para la que no encontrabas ninguna utilidad próxima a ti.

El aprendizaje de las matemáticas es una de las experiencias más relevantes de nuestra vida pues nos acompaña en cada situación que vivimos y en cada problema que resolvemos; por esto mismo, desde niños tenemos derecho a construir un pensamiento matemático consistente, con estrategias que resalten nuestros saberes y nos reten a usar nuestros conocimientos. Por lo que mi objetivo es reflexionar sobre la utilidad de las matemáticas en la vida práctica.
¿Para qué me sirven las matemáticas? ¿Cómo aplicó lo que aprendo de matemáticas en mi vida práctica? ¿Acaso no seríamos más felices si desaparecieran las matemáticas? Son algunas preguntas que nosotros los alumnos nos hacemos día con día antes de comenzar una clase de matemáticas.
Entonces les reto a usar un poco de imaginación. Pongamos toda las matemáticas en una nave espacial, alejándolas de la Tierra y digámosle "¡Adiós! Que les vaya bien". En la nave irían todos los libros de matemáticas, los elementos de computación, las calculadoras, las reglas, los compases, los números, las gráficas, los teoremas, los conceptos y los métodos.
Las reacciones mundiales serían inmediatas. Si bien en un primer momento las noticias podrían ser curiosas "Se fueron todos las matemáticas", "¡Qué alivio!",
"¡Adiós al fracaso escolar!", "Un mundo sin números"... y las reacciones de algunos chicos podrían ser de felicidad "Ya era hora", ¿Seguro que se fueron?", pero pronto la parálisis mundial se produciría: billetes sin cifras, sastres sin cintas de medir, termómetros sin escalas, cajeros sin poder contar, enfermeras sin fármacos medibles, electrocardiogramas sin curva, loterías sin números, coches sin velocímetro,... recuerden que en este escenario no están “ellas"... seguramente en pocos minutos gran parte de la humanidad quedaría colapsada y pronto empezarían a enviar mensajes insistentes pidiendo ayuda "vuelvan rápido”.
A partir de este momento podrían darse dos situaciones posibles: si ellas
decidieran no regresar la humanidad empezaría de nuevo a desarrollar matemáticas para su dinero, sus vestidos, sus termómetros, sus cajas, sus fármacos, sus aparatos, sus loterías, sus coches...La otra situación, mucho más posible que la anterior, sería el inmediato regreso; el recibimiento sería jubiloso
"¡Gracias!", "¡Nunca debieron irse!". Esto es porque la mayoría de las actividades que realizamos en nuestra vida diaria contienen una gran dosis de matemáticas.
Y es que el desarrollo de la matemática es inherente al desarrollo del ser humano, y difícilmente podemos encontrar alguna actividad en la que afirmemos que no utilizamos conocimientos matemáticos. Por mencionar algunos ejemplos:
a) Cuando nos pasan lista los profesores nos relacionamos en actividades de conteo, de formación de conjuntos, de cardinalidad.
b) Si usamos el calendario estamos aplicamos relaciones de antecesor y sucesor entre los números.
c) Cuando dibujamos empleamos aspectos geométricos y nos vinculamos directamente con las relaciones espaciales. Gracias a esto existe la Arquitectura.
d) Cuando tomamos clase de música usamos proporciones; pues nunca imaginamos que esta existe gracias a Pitágoras y su descubrimiento de la Octava y sus proporciones matemáticas que dieron lugar a nuestra escala musical.
e) En los juegos; beisbol, futbol, basquetbol, ajedrez, billar, etc. Si miramos bien sus terrenos de juego son representaciones geométricas de rectángulos, cuadrados, círculos, rectas y además gracias a que usamos matemáticas podemos implementar estrategias y contabilizar los tantos para poder ganar.
Entonces habrá que preguntarnos ¿Cuál es la razón por la que no reconocemos los procesos matemáticos que utilizamos cotidianamente? Lo más probable es que la respuesta a la pregunta anterior se relacione directamente con la manera en cómo se nos permitía o no explorar con las ideas matemáticas, o bien con la forma en que abordamos el estudio de la matemática desde los primeros grados escolares y con las estrategias que utilizamos al formalizar nuestro conocimiento matemático. Mi propuesta sería que reflexionemos en las siguientes preguntas, ya que como bien dijo Galileo “Las matemáticas son el alfabeto con las que Dios ha escrito el universo”: ¿Nos gusta la clase de matemáticas? ¿Nos divierte? ¿Las aprobamos fácilmente? ¿Tenemos una actitud positiva? ¿Las usamos con naturalidad fuera de clase? ¿Usamos las herramientas que la escuela nos da? De la misma manera que con las letras y la gramática se nos dan instrumentos para hablar y escribir, para hacer poemas y cartas, querría que con los números y la matemática se nos diera instrumentos para calcular y representar, para pagar y cobrar, para votar, para entender, pues las matemáticas para la vida no son un recuerdo que se guardará sino todo aquello que haremos de ellas como personas, como ciudadanos, como críticos, como demócratas, como padres, como ahorradores, como pacientes.
"¡Hoy, he tenido un sueño! "He soñado que me entusiasma ir a mi clases de matemáticas y que cuando suene el timbre entonces digamos contrariados: ¿No podríamos alargar un poco más la clase? He soñado que hago geometría con las manos y estadísticas en la calle, que aprovecho todo lo aprendido para planificar un buen viaje.
He soñado que las matemáticas se volvían menos rigurosas, que nos evaluaban teniendo en cuenta todas los niveles de comprensión, que se enterraban las viejas rutinas de selección, que tenía ganas locas de ir al aula y afuera de ella para vivir las matemáticas, que buscaba las herramientas suficientes para mirar a esta matemática inherente al entorno, quiero convenserme que la matemática es útil para mi vida diaria, amar a esta matemática recreativa,ya que la matemática rigurosa se aprende con la mente, pero la matemática hermosa se aprende con el corazón.

2 comentarios:

  1. Muy interesante la forma en la que plasma la presencia de las Matemáticas en la vida cotidiana, y mejor aún la necesidad de que estás existan en la misma.
    Nunca he deseado que todas la asignatura se vaya para siempre, pero sí gran parte de ella como las integrales y derivadas que siempre me causaron problemas en la escuela, y ¿Qué decir de la factorización? A pesar de que esta última era más sencilla, siempre fue un pesar para mí.

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  2. si, eso digo, las matematicas son ensenciales en la vida cotidiana, sin ellas nosostros seriamos unas personas muy diferentes, por que de las matematicas salieron muchos juegos que gustabán en la infancia, tal es el juego ¡18!, como muchos otros. En mi opinion siento que las matematicas son un punto clave para el desarrollo tanto personal como en los juegos, artefactos....etc., en todo el mundo.

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